A Hokuto no Ken - traducido por nosotros con El Puño de la Guerrero - es uno de los nombres más famosos para todos aquellos que han tenido la oportunidad de disfrutar plenamente de los 80. La epopeya salió a la luz gracias a las mentes de Tetsuo Hara e Buronson de hecho, ha tenido un enorme éxito tanto en Oriente como en Occidente, hasta el punto de ser posteriormente transpuesto a un anime que todavía es recordado con nostalgia por adultos y jóvenes de todo el mundo. Tal éxito solo podría atraer a la industria del juego, que de hecho ha intentado en varias ocasiones realizar una obra que pudiera encarnar el espíritu de la producción de papel, con resultados a veces apreciables, en otros casos decididamente olvidables. Lamentablemente, en el transcurso de estas últimas generaciones de videojuegos nadie ha podido sacar a la luz a una criatura lúdica ligada al legítimo sucesor de la Escuela Divina de Hokuto que fuera verdaderamente memorable, con apenas unos resultados mediocres que habían dejado no poca desesperación en el mundo. corazones de los aficionados. Precisamente por esta razón, no debería sorprendernos, por tanto, que el anuncio de Puño de la estrella del norte: Lost Paradise por SEGA ha sido visto por muchos como una señal de que la espiral descendente de la marca puede finalmente haberse detenido. La idea de ver una estructura lúdica fuertemente inspirada en la marca Yakuza por sus características y dinámica De hecho ha sido capaz de generar una ola anómala llena de hype que ha invertido a muchos gamers, incluidos aquellos que nunca han tenido la oportunidad de vivir las aventuras de nuestro Ken. Las promesas han sido altisonantes y ahora, después de haber podido disfrutar de toda la oferta extendida por el equipo, finalmente estamos listos para darte nuestro juicio final al respecto.
Cuando reina el caos en el mundo, aparece Hokuto
Después de un terrible enfrentamiento nuclear que ha llevado a la raza humana al borde de la extinción, el mundo se ha convertido en un páramo donde los supervivientes luchan con uñas y dientes incluso solo para poder obtener los recursos apenas necesarios para la supervivencia. En todas partes la ley de la jungla está rugiendo, donde el más fuerte aplasta a los más débiles como mosquitos, las ciudades se reducen a un montón de escombros que se desmoronan y las bandas criminales han ganado poder en todas partes, mientras que los pocos que todavía buscan el camino de la paz ven la esperanza de un mejor el futuro se desvanece cada vez más. Es en este contexto devastador donde cobran vida los hechos narrados en El puño de la estrella del norte: Paraíso perdido.. Ken busca a su amada Julia, una niña arrancada de los brazos de nuestro héroe durante un secuestro y, posteriormente, dada por muerta. Sin embargo, según algunos rumores, la mujer pudo haber sido vista dentro de la Ciudad de los Milagros, Edén, el lugar donde los sueños y los deseos pueden convertirse en realidad.
Por lo tanto, la tarea de Kenshiro será ir a ese lugar para averiguar si lo que ha escuchado realmente corresponde a la realidad. Uno de los aspectos indudablemente más intrigantes de la criatura de la marca SEGA se remonta a su narrativa, una historia inédita que tiene muy poco que ver con lo que se ve en el papeleo. De hecho, la compañía japonesa ha considerado oportuno dar forma a una aventura capaz de mantener alerta tanto a los aficionados más apasionados como a los más recientes, una decisión que no podemos dejar de apoyar plenamente. Mejor aún, lo vivido dentro de Fist of the North Star: Lost Paradise se ha traducido en una historia agradable e intrigante a seguir desde el principio hasta los créditos. La aventura logra encarnar perfectamente el espíritu y el estado de ánimo de la producción original., con resultados inesperadamente positivos que, aunque sin llegar nunca a las alturas de otros exponentes del género, mantienen la atención del jugador de turno adecuadamente alta. Varias giros y personajes bien definidos, incluyendo caras nuevas y viejos conocidos más o menos de fondo, representan los ingredientes de una experiencia encomiable y de calidad que se nos ha ido mostrando con apreciable fuerza.
¡Ya estás muerto!
Como se mencionó anteriormente, hablando en broma Fist of the North Star: Lost Paradise se caracteriza por una estructura fuertemente similar a lo que se ve con la marca Yakuza. Lo que SEGA ha creado toma la forma de una aventura de acción de mundo abierto con un sistema de combate que se remonta a lo que uno podría esperar de un juego de lucha de desplazamiento. De hecho, una parte significativa de la experiencia te verá con la intención de darte una buena razón con los malos que no son muy recomendables y que solo están ansiosos por enviarte al otro mundo. Solo se necesitan unos segundos para comprender la mecánica lúdica en la base del juego y pronto te encontrarás lanzando patadas y puñetazos por todas partes mientras tomas, paras y esquivas que irán de la mano con una naturalidad casi inquietante. A esto, entonces obviamente debemos agregar todos los movimientos formidables que la Escuela Hokuto le ha enseñado a nuestro Ken, ataques peligrosos ejecutables siempre que hayamos aturdido a un oponente. En las situaciones antes mencionadas seremos catapultados a una pequeña escena guionizada con un marcado toque cinematográfico en la que, yendo a realizar unos QTE de dificultad variable, nos encontraremos realizando movimientos coreográficos divertidos de realizar pero también espectaculares de ver, sobre todo para todos los aficionados más ávidos que reconocerán a primera vista cada una de las técnicas que se pueden utilizar en el juego. Por suerte, las jugadas que podremos aprovechar se han mostrado bastante ricas en cuanto a variedad y, aunque a menudo te encontrarás teniendo que repetirlos en diferentes escenarios, siempre logran ofrecer el ritmo justo de espectáculo y violencia que uno esperaría de un producto vinculado a Ken el guerrero.
Al encadenar combos en secuencia rápida, luego llenaremos un indicador que representa la constelación de la Osa Mayor que, con solo presionar un botón, aumentará nuestra fuerza por un corto período de tiempo y la capacidad que tendremos para recibir golpes. Durante la aventura también habrá algunas peleas de jefes decididamente desafiantes. durante los cuales será nuestra tarea dar lo mejor de nosotros para poder vencer, enfrentamientos despiadados que se vivirán perpetuamente con el corazón en la garganta y la adrenalina a las estrellas. Como es habitual en este género de videojuegos, podremos subir de nivel a medida que ganemos puntos de experiencia para desbloquear mejoras insertadas dentro de un intrincado árbol de habilidades dividido en cuatro macrogrupos: Skill Orb, Mind Orb, Body Orb y Star Orb, cada uno de ellos. que te servirá para brindarte mejoras específicas en defensa, ataque y más. Durante su juego, será posible vagar libremente por el mundo del juego para realizar actividades opcionales. útil para enriquecer la experiencia de juego. Al igual que para Yakuza, limitándonos a explorar el mapa circundante, ocasionalmente nos encontraremos con situaciones que requerirán nuestra intervención, sin importar si estamos hablando de un niño que ha perdido a su familia, un cantinero oprimido por una banda criminal o, nuevamente, un hombre que busca venganza. Si bien la diferenciación de tareas secundarias no es tan marcada -la mayoría de las veces tendremos que llegar al lugar de interés y enfrentarnos a algún enemigo-, la moderada frecuencia con la que entramos en contacto con estas situaciones las hace siempre agradables de llevar. .
Caminando por la Tierra de los Demonios
Dentro de la ciudad de Edén podremos entretenernos en numerosas tareas lúdicas diseñadas específicamente para darle un pellizco extra de grosor a la aventura, con resultados verdaderamente apreciables. Los diferentes minijuegos ofrecidos resultaron divertidos y suficientemente variados - se pasa de tener que trabajar en un bar a tener que encargarse de una discoteca gestionando su personal, hasta un verdadero juego de ritmo en el que hacer el papel de médico - y algunas opciones introducidas por el equipo parecían muy acertadas, como la inclusión de una Arcade Shop donde poder disfrutar de cualquier gabinete de videojuegos que hayamos tenido la suerte de encontrar en Land of Demons. Al mismo tiempo, sin embargo, es imposible no admitir que los tonos claramente dramáticos de la experiencia no van bien con un Kenshiro de chaqueta y pajarita que aprovecha sus letales técnicas de lucha para preparar el cóctel perfecto. No se mencionan problemas tan graves que afecten a la calidad del producto, pero aún quedan algunas molestias capaces de romper la "magia" que la producción ha intentado recrear con tanto esfuerzo. Luego, SEGA aprovechó la oportunidad que le ofrecía Fist of the North Star: Lost Paradise para intentar introducir un sistema de guías completo que, lamentablemente, resultó ser algo burdo. Después de unas horas en el juego, de hecho se nos dará la oportunidad de conducir un vehículo de cuatro ruedas por los páramos desnudos que forman una parte sustancial del mundo del juego. En estas fases podremos deambular a lo largo y ancho, prestando atención al consumo de gasolina y posibles convoyes enemigos, para ir en busca de objetos útiles para mejorar nuestro vehículo o, nuevamente, para identificar pequeños asentamientos potencialmente capaces de ofrecer algún otro. actividad secundaria.
Durante tu juego, también será posible enfrentarte a una serie de carreras de diferente dificultad para obtener ricos premios que podrás usar para mejorar aún más. El resultado final, sin embargo, no resultó estar a la altura de las expectativas y, ya sea por un sistema de control bastante impreciso o, nuevamente, por tediosas misiones que requerirán ciertos materiales de nosotros pronto nos encontramos identificando todo más como una molestia y no como un complemento útil para darle aún más carácter a la obra. Desde un punto de vista puramente técnico, es evidente que la obra no brilla por la magnificencia. La decisión de no utilizar el Dragon Engine explotado para programar Yakuza 6 ha llevado de hecho a la creación de una obra que vive de muchos altibajos. Las calles de la ciudad de Edén son bastante ricas en detalles y todos los personajes principales se han realizado con gran detalle, tanto en términos de recuento de polígonos como en términos de animaciones, con Kenshiro llevándose la mayor parte. Sin embargo, por el contrario, las tierras baldías nos parecían muy pobres., el juego de luces y sombras resultó ser simplemente mediocre, muchas texturas no brillan en calidad y las animaciones de todos los personajes no relevantes para los propósitos de la narrativa apenas parecen suficientes. El sector del audio, en cambio, demostró ser de buen nivel, caracterizado por un doblaje de buena calidad acompañado de una banda sonora que inevitablemente se reproduce en muchas pistas capaces de acompañar dignamente al jugador.
